Salud y Belleza
Vitaminosis y uso de medicamentos sin supervision médica
La vitaminosis engloba los trastornos derivados de un desequilibrio en la ingesta de vitaminas, ya sea por deficiencia o exceso. Y la medicación sin supervisión se refiere al consumo de medicamentos sin la orientación, prescripción o monitoreo de un profesional de la salud, como un médico o farmacéutico. Ambas son tan peligrosas para la salud que pueden desencadenar en una decisión mortal.

Por Julieta Pinzón
Marzo 2025
La vitaminosis son los trastornos derivados de un desequilibrio en la ingesta de vitaminas, ya sea por deficiencia o exceso. Estos trastornos se dividen en:
Avitaminosis: Deficiencia total de una o más vitaminas.
Hipovitaminosis: Deficiencia parcial de vitaminas.
Hipervitaminosis: Esta es causada directamente por la persona que excede el consumo de vitaminas. Es el exceso de una o más vitaminas en el organismo. Es más común en vitaminas liposolubles (A, D, E y K), ya que se almacenan en el cuerpo y no se eliminan fácilmente. Las vitaminas hidrosolubles (como las del grupo B y la vitamina C) se excretan a través de la orina, lo que hace menos probable que se acumulen en niveles tóxicos. Es sinónimo de consumo excesivo de suplementos vitamínicos sin supervisión médica, Ingesta elevada de alimentos fortificados con vitaminas y uso inapropiado de productos cosméticos que contienen vitaminas. Estos son los síntomas de la hipervitaminosis: Vitamina A: Náuseas, vómitos, fatiga, irritabilidad, pérdida de apetito, piel seca y descamativa, y problemas hepáticos. Vitamina D: Hipercalcemia (niveles elevados de calcio en la sangre), lo que resulta en náuseas, vómitos, debilidad, problemas renales y otros síntomas. Vitamina E: Aunque es menos común, el exceso de vitamina E puede aumentar el riesgo de sangrado y problemas con la coagulación sanguínea. Vitamina K: Muy rara, ya que esta vitamina tiene una baja toxicidad. Sin embargo, puede interferir con medicamentos anticoagulantes.
Avitaminosis: Deficiencia total de una o más vitaminas.
Hipovitaminosis: Deficiencia parcial de vitaminas.
Hipervitaminosis: Esta es causada directamente por la persona que excede el consumo de vitaminas. Es el exceso de una o más vitaminas en el organismo. Es más común en vitaminas liposolubles (A, D, E y K), ya que se almacenan en el cuerpo y no se eliminan fácilmente. Las vitaminas hidrosolubles (como las del grupo B y la vitamina C) se excretan a través de la orina, lo que hace menos probable que se acumulen en niveles tóxicos. Es sinónimo de consumo excesivo de suplementos vitamínicos sin supervisión médica, Ingesta elevada de alimentos fortificados con vitaminas y uso inapropiado de productos cosméticos que contienen vitaminas. Estos son los síntomas de la hipervitaminosis: Vitamina A: Náuseas, vómitos, fatiga, irritabilidad, pérdida de apetito, piel seca y descamativa, y problemas hepáticos. Vitamina D: Hipercalcemia (niveles elevados de calcio en la sangre), lo que resulta en náuseas, vómitos, debilidad, problemas renales y otros síntomas. Vitamina E: Aunque es menos común, el exceso de vitamina E puede aumentar el riesgo de sangrado y problemas con la coagulación sanguínea. Vitamina K: Muy rara, ya que esta vitamina tiene una baja toxicidad. Sin embargo, puede interferir con medicamentos anticoagulantes.
La medicación sin supervisión se refiere al consumo de medicamentos sin la orientación, prescripción o monitoreo de un profesional de la salud, como un médico o farmacéutico. Incluye el uso de medicamentos recetados para otras personas como el uso indebido de medicamentos sin una evaluación médica apropiada. Aunque se recurre a la automedicación por falta de tiempo, recursos o conocimiento sobre el proceso adecuado de consulta médica, este comportamiento puede tener graves consecuencias para la salud.
Los tipos de medicación sin supervision son:
Automedicación: Es tomar medicamentos sin prescripción médica, generalmente para tratar enfermedades menores como resfriados, dolores de cabeza o malestares estomacales. Se recurre a medicamentos de venta libre sin conocer completamente los riesgos de su uso prolongado o las interacciones con otros medicamentos.
Uso de medicamentos prescritos por otras personas: Es cuando una persona toma medicamentos que le han sido recetados a otra persona, con la intención de tratar sus propios síntomas. Incluye antibióticos, analgésicos o medicamentos psiquiátricos.
Uso indebido de medicamentos controlados: Cuando se toman medicamentos controlados, como opioides o benzodiacepinas, sin seguir la dosis prescrita, o se usan para efectos recreativos. Esto puede ocurrir sin supervisión médica y, en muchos casos, sin conciencia de los riesgos que implica.
Automedicación: Es tomar medicamentos sin prescripción médica, generalmente para tratar enfermedades menores como resfriados, dolores de cabeza o malestares estomacales. Se recurre a medicamentos de venta libre sin conocer completamente los riesgos de su uso prolongado o las interacciones con otros medicamentos.
Uso de medicamentos prescritos por otras personas: Es cuando una persona toma medicamentos que le han sido recetados a otra persona, con la intención de tratar sus propios síntomas. Incluye antibióticos, analgésicos o medicamentos psiquiátricos.
Uso indebido de medicamentos controlados: Cuando se toman medicamentos controlados, como opioides o benzodiacepinas, sin seguir la dosis prescrita, o se usan para efectos recreativos. Esto puede ocurrir sin supervisión médica y, en muchos casos, sin conciencia de los riesgos que implica.
La medicación sin supervisión acarrea una serie de riesgos y efectos adversos que afectan la salud de diversas maneras: Efectos secundarios graves: Sin la orientación adecuada de un profesional, es más probable que se experimenten efectos secundarios no deseados. Muchos medicamentos tienen contraindicaciones específicas que pueden variar según el estado de salud de cada persona. Por ejemplo, ciertos analgésicos pueden ser peligrosos para personas con problemas renales, o algunos antidepresivos pueden provocar reacciones adversas cuando se combinan con otros fármacos. Interacciones medicamentosas peligrosas: Tomar medicamentos sin la supervisión adecuada aumenta el riesgo de interacciones entre medicamentos. Esto puede hacer que los medicamentos no sean tan efectivos, o incluso causar reacciones graves. Un médico puede evaluar adecuadamente las posibles interacciones entre medicamentos y ajustar las dosis en consecuencia. Resistencia a los medicamentos: El uso inapropiado de antibióticos es uno de los ejemplos más preocupantes de medicación sin supervisión. Tomar antibióticos sin una necesidad real o interrumpir el tratamiento antes de lo recomendado puede contribuir al desarrollo de resistencia bacteriana, lo que dificulta el tratamiento de futuras infecciones. Sobredosis y dependencia: En el caso de los analgésicos fuertes, como los opioides, el uso sin supervisión puede llevar fácilmente a una sobredosis. Además, el abuso de medicamentos recetados puede llevar a la dependencia física y psicológica, un trastorno grave que puede necesitar tratamiento especializado para su manejo. Efectos psicológicos y emocionales: El uso no controlado de medicamentos psicoactivos, como los ansiolíticos y antidepresivos, puede alterar el equilibrio emocional de una persona, causar efectos secundarios psicológicos no deseados, y empeorar el estado de ánimo o la salud mental en general.
La prevención de los riesgos asociados con la medicación sin supervisión comienza con la educación y concienciación sobre los peligros de la automedicación. Para ello, es fundamental: Consultar a un médico o farmacéutico antes de tomar cualquier medicamento, incluso si se trata de un medicamento de venta libre. Evitar compartir medicamentos con otras personas, ya que un tratamiento adecuado para una persona puede no serlo para otra. Leer las etiquetas y prospectos de los medicamentos para comprender sus posibles efectos secundarios, contraindicaciones e interacciones. No interrumpir tratamientos médicos sin consultar a un profesional, especialmente en el caso de medicamentos recetados.
La medicación sin supervisión puede parecer una opción conveniente en el corto plazo, pero sus consecuencias pueden ser graves y duraderas. El acompañamiento médico adecuado es fundamental para garantizar la efectividad del tratamiento y para prevenir riesgos innecesarios para la salud. Siempre es recomendable consultar a un profesional antes de tomar cualquier medicamento, incluso aquellos que parecen ser inofensivos o de venta libre. Las redes sociales también son culpables en gran parte, de estos comportamientos. Muchas ofrecen alternativas sin aval científico.