Inmigración
Posible Pacto bipartidista sobre asilo y seguridad fronteriza para 2024
Algunas claves del acuerdo sobre seguridad fronteriza e inmigración comienzan a tomar forma. Entre las principales áreas de discusión: endurecer protocolos de asilo, reforzar la vigilancia fronteriza y disuadir a los migrantes de que viajen rumbo a EEUU y desbloquear la ayura a Ucrania. Se discute cómo avanzar en la política fronteriza junto con el paquete de ayuda de 110 mil millones de dólares que el Biden busca enviar a Ucrania e Israel.

Por Julieta Pinzón
Febrero 2024
Los negociadores del Senado se han centrado en el asilo o protección a quienes enfrentan persecución en sus países. Pocas personas lo obtienen y muchos han estado en el país durante años, lo que hace que deportarlos sea más difícil y costoso. Los republicanos exigen negociaciones sobre la frontera, negándose a brindar ayuda a Ucrania, a menos que Biden acepte cambios para reducir la inmigración. Biden propuso inicialmente 14 mil millones de dólares para reforzar la seguridad fronteriza; 3,100 millones de dólares para agentes adicionales para abordar el atraso en tribunales de inmigración; 1,200 millones de dólares para los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza y los sistemas de inspección para detener el flujo de fentanilo; fondos para ayudar a ciudades, en su mayoría demócratas, que están recibiendo ola récord de inmigrantes. Los republicanos aseguran que estos dineros son insuficientes.
Para disuadir a los inmigrantes de emprender sus viajes a EEUU, en particular de países que experimentan desastres económicos o violencia de pandillas generalizada, los legisladores proponen que se solicite asilo antes de llegar a la frontera, ya sea en su país de origen o en un país de tránsito y que las citas de asilo se programen por una app. La Casa Blanca insiste en mantener la entrada de 30,000 personas al mes procedentes de Venezuela, Nicaragua, Cuba y Haití si cuentan con patrocinador financiero y vuelan al país. Un posible punto clave para los legisladores establecería un umbral para el número de cruces fronterizos y, una vez que se alcance ese número, entrarían en vigor medidas más estrictas, como cerrar la frontera para asilo y permitir expulsiones rápidas de migrantes.
Para disuadir a los inmigrantes de emprender sus viajes a EEUU, en particular de países que experimentan desastres económicos o violencia de pandillas generalizada, los legisladores proponen que se solicite asilo antes de llegar a la frontera, ya sea en su país de origen o en un país de tránsito y que las citas de asilo se programen por una app. La Casa Blanca insiste en mantener la entrada de 30,000 personas al mes procedentes de Venezuela, Nicaragua, Cuba y Haití si cuentan con patrocinador financiero y vuelan al país. Un posible punto clave para los legisladores establecería un umbral para el número de cruces fronterizos y, una vez que se alcance ese número, entrarían en vigor medidas más estrictas, como cerrar la frontera para asilo y permitir expulsiones rápidas de migrantes.
El grupo bipartidista trabaja en torno a uno de los temas más controversiales de la política estadounidense, y la iniciativa es vista con gran escepticismo por algunos integrantes de ambos partidos políticos, entre ellos Donald Trump, el favorito a obtener la nominación presidencial por el Partido Republicano, y el presidente de la Cámara de Representantes Mike Johnson, un conservador acérrimo que no ha mostrado mucha disposición a ceder terreno al respecto. Con la cámara baja en receso, el Senado tiene una oportunidad esta semana de generar ímpetu a favor de la iniciativa. Pero los líderes republicanos en el Senado señalaron que no prevén que el proyecto de ley vaya a votación esta semana mientras las negociaciones se enfocan en financiar los cambios.
Los senadores republicanos quieren obtener una sólida muestra de apoyo a su medida de seguridad fronteriza. Se requiere consenso bipartidista para organizar las políticas fronterizas y decidir el destino de una de sus principales prioridades: reforzar el apoyo de Estados Unidos a sus aliados democráticos en todo el planeta. El gobierno en cabeza de Biden, ha solicitado al Congreso 110.000 millones de dólares en ayuda para Ucrania e Israel, apoyar a sus aliados en la región Asia-Pacífico y reformar el sistema migratorio de Estados Unidos. Sin embargo, el paquete de fondos de emergencia ha sido aplazado durante meses en el Congreso ante la insistencia de los republicanos de que se le incluyan cambios en las políticas fronterizas.
Falta aclarar si los cambios en las políticas fronterizas, los cuales han sido negociados en privado con altos funcionarios de la Casa Blanca, serán suficientes para satisfacer a la mayoría de los senadores republicanos. Los demócratas también tienen sus propias interrogantes, incluidas si las políticas fronterizas perjudicarán a los migrantes que intentan obtener asilo en Estados Unidos, y algunos miembros del partido han presionado para que se condicione la ayuda a Israel al cumplimiento de ciertos estándares humanitarios. La propuesta endurecería el proceso de asilo con el objetivo de reducir el número de migrantes que se presentan en la frontera sur del país a solicitarlo. En líneas generales, el grupo ha llegado a acuerdos sobre los cambios en las medidas, pero aún se trabaja con los asignadores del Senado para determinar el nivel de financiamiento para los programas. “No podemos crear nuevo financiamiento y nuevos programas y luego no financiarlos”, dijo el senador Chris Murphy, que encabeza las negociaciones por los demócratas. “Así, si estás comprometido al cambio en las políticas, tienes que estar igual de comprometido a financiar el cambio en las políticas”.
Lo más preocupante es que las ayudas hacia Ucrania e Israel siguen bloqueadas, que su defensa por volver a la democracia, pende de un hilo y que pareciera se va a extender en el tiempo, toda vez que es difícil llegar a un acuerdo bipartidista.
El presidente Joe Biden aseguró que estaba listo para hacer “cambios masivos” con relación a sus políticas fronterizas y la seguridad en la frontera. Señaló que el Senado podría llegar a un acuerdo migratorio la próxima semana. Igualmente expresó que sí se necesitan cambios significativos en la frontera y pidió al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, trabajar para lograr un acuerdo de seguridad fronteriza “lo más pronto posible”.